¿Cómo debe ser una buena hermana?

Una tarea que pidió la terapeuta de mi hermana.

Por Linette Cozaya Otto

Básicamente, para ser una buena hermana, se tiene que ser una buena amiga. Y ser buena amiga implica compartir: desde libros, series y películas, hasta chismes, enfados y molestias. Necesita, también, ser complementaria, no le tiene que gustar absolutamente todo lo mismo. Tiene que acoplarse naturalmente, aunque eso, creo, es consecuencia de la convivencia, se aprende y se ensaya, terminando en un baile perfectamente coordinado a la hora de hacer el desayuno. Si alguna no está en sintonía un día, se arruina. Pero eso no importa, porque las peleas y disgustos entre amigas, son fáciles de resolver: una platicada, una lloradita y ya está. Una buena hermana no guarda rencores, si se perdona, se deja ir y funciona de chiste y burla en alguna conversación. Una buena hermana no es celosa, al contrario, se enorgullece de los logros (y no logros) de la otra, la presume con todo el mundo, la apoya, la pone en un pedestal ante los demás y piensa “es MI hermana, jódanse todos”. Es quien te convence de no hacer ejercicio cuando hace hueva, o de sí hacerlo y al final le agradeces porque estuvo buena la sesión. Es a quien le escribes cuando tu mamá, tu jefe, los Godínez en la calle, o quien sea, anda nefasteándote. Y te contesta con el mismo nivel de nefastez. A una buena hermana no le importa regar sus plantas, porque sabe que a ti te gusta hacerlo y tú te encargarás. Es la primera en darse cuenta cuando algo no está bien y entiende tu lenguaje no verbal, cuándo necesitas espacio y cuándo no. Una buena hermana disfruta ayudarte en cosas que a ti no te gustan, se reparte el trabajo contigo para que no se le cargue la mano a ninguna. Una buena hermana entiende todos los chistes locales, y los no locales, porque le cuentas todo. Sabe si te gustó la bolsa de alguien en la calle, o si pensaste lo mal que se veía el pantalón de otra persona, sólo con miradas. Te manda memes y videos que sabe que te van a gustar. Una buena hermana siempre tomará tu lado, no questions asked. Si ve que la que ha cometido el error eres tú, es su deber decirte. Una buena hermana no se anda con rodeos y dice las cosas como son. Te aconsejará o te dirá “te pasaste” cuando sea necesario. Cortará toda relación con cualquiera que te haya lastimado, no importa qué tan cercano era. Una buena hermana te dirá si no le gusta la combinación de tus botas con el vestido azul, pero respetará si decides que así te gusta. Te dirá qué chamarra o abrigo le combina mejor al atuendo. Una buena hermana es con quien puedes hacer bailes bobos o cantos exagerados y se va a reír contigo, quizá hasta unirse y superar tu nivel de ridiculez. Es aquella en la que puedes confiar tus miedos más grandes y no sentir vergüenza. Es con quien puedes hablar de las buenas o malas relaciones que has tenido y no sentir culpa por ser tan juzgona. Es a quien le cuentas lo que juraste (a alguien más) que no le contarías a nadie. Pero es que ella no cuenta como “nadie”, al contrario, es una extensión de ti y necesita todo el contexto para opinar. Además, ella sí no le va a contar a nadie. Una buena hermana es la que llama al restaurante para quejarse cuando tu orden no llegó bien, sólo porque a ti te da tremenda ansiedad. Es quien conoce tus límites y los respeta. Quien te ama incondicionalmente y lo hace notar con las mil acciones de diario. Una buena hermana debe ser tu mejor amiga.

xx linette

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